El Ministerio de Educación de la Nación, a través de la Secretaría de Evaluación e Información Educativa (SEIE), realizó el 1º de diciembre de 2021 la prueba Aprender 2021, evaluación estandarizada.

La prueba fue implementada en forma censal en el sexto grado de las 23.000 escuelas primarias de Argentina. Aproximadamente 770.000 estudiantes fueron evaluados y evaluadas en Lengua y Matemática. Además, se aplicaron cuestionarios complementarios a los y las estudiantes y a los equipos directivos, con el objetivo de obtener información sobre las características de las condiciones de enseñanza y aprendizaje.

Según se informó oficialmente, los resultados de la evaluación Aprender 2021 estarán disponibles a partir de junio de 2022, integrados en un informe que dará cuenta del estado de situación del nivel primario en Argentina durante 2021.

“A todos los argentinos nos interesa discutir y pensar la educación para poder mejorarla”, sostuvo Milagros Rafaghelli, docente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL, quien fue consultada por radio LT10 sobre Aprender 2021.

Rafaghelli es Magister en Educación, y brinda la asignatura “Psicología de la Educación” en todas las carreras de profesorado que se ofrecen en la FHUC (Matemática, Geografía, Letras, Historia, Biología y Filosofía).

“En relación con las pruebas, entiendo que la evaluación siempre es necesaria y está bueno que se haga. Por supuesto que estoy pensando en evaluaciones cuyos instrumentos para buscar información están bien formulados, son pertinentes y sensibles para poder encontrar información necesaria para reorientar las políticas educativas e incluso las estrategias educativas que los docentes utilizamos en las aulas. Entonces, en principio, entiendo que siempre la evaluación es necesaria y operativos de esta magnitud son muy importantes, porque ofrecen información sobre las características, la calidad de los aprendizajes de los estudiantes, en este caso, de sexto grado y en el área de matemáticas y lenguas”, sostuvo.

“Ahora bien, me parece que un tema más complejo y, que tal vez tendríamos que detenernos y ser más cuidadosos, es a la hora de interpretar los resultados de las pruebas. Tenemos que ser lo suficientemente críticos y reflexivos a la hora de leer qué es lo que las pruebas Aprender informan. Y en este sentido, me parece que es estar dispuesto a entender la complejidad  de lo que las pruebas evalúan. Entiendo que más allá de que puedan decir algo acerca de la capacidad o las características cognitivas de los estudiantes en relación con matemáticas y letras, las pruebas en realidad nos van a decir algo sobre las condiciones de enseñanza, las estrategias que están utilizando los docentes para enseñar contenidos y sus problemáticas en las aulas. Me parece que las pruebas van a decir algo en relación con las características de la organización de las aulas, las estructuras y, sin dudas, sobre las condiciones de trabajo de los docentes”, reflexionó Rafaghelli.

En tal sentido, la docente de la FHUC señaló que “hay que leer el resultado de las pruebas en este entramado de complejidad, porque de alguna manera la evaluación y los aprendizajes están distribuidos en estos elementos que mencioné: las estrategias de enseñanza, los contenidos que se enseñan, los modos en los que se enseñan esos contenidos y las condiciones de trabajo de los docentes. Además de las características subjetivas de los estudiantes con quienes los docentes interactuamos a diario”.

Finalmente, Rafaghelli insistió que la evaluación como instrumento “es un buen recurso”, y propuso a las autoridades “la invitación a poder participar a todos los docentes, sindicatos y personas interesadas en echar un poco de luz para comprender los resultados de la evaluación y, fundamentalmente, también para construir acciones que nos ayuden a intervenir para mejorar o enriquecer aquellos resultados que la evaluación arroje”.