En virtud de la publicación del lanzamiento de un programa de formación universitaria permanente que realizarán el Ministerio de Educación y la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE), la Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y Educación (ANFHE) expresa su preocupación y pesar por haber sido excluida  en la planificación de una temática en la que cuenta con trayectoria y experiencia de décadas. El conjunto de cuarenta y nueve unidades académicas que conforman ANFHE se despliega en todo el territorio nacional dando cuenta de una pertenencia tanto a jóvenes universidades como a otras centenarias. Nuestra comunidad incluye más de 300.000 estudiantes de grado, 35.000 estudiantes de posgrado, y un estimado de alrededor de 15.000 docentes.

Desde que se sancionó la Ley de Educación Superior las distintas asociaciones de facultades  vienen  bregando por hacer efectivos los espacios de coordinación de sus ofertas educativas y sus políticas de crecimiento de modo de pensar una Educación Superior ordenada, responsable con el uso de los recursos públicos, inclusiva de la diversidad que exhibe nuestro país. Siempre ha estado en contacto permanente con las sucesivas autoridades de la Secretaría de Políticas Universitarias y del Consejo Interuniversitario Nacional tanto para ofrecer propuestas como para recibir sugerencias y demandas específicas.  Así, a lo largo de los últimos años, con luces y con sombras, con contextos positivos o con coyunturas complejas como la actual, ANFHE ha respondido a cuanta convocatoria se realizó desde Ministerios Nacionales y Provinciales, y por supuesto, desde la Secretaría de Políticas Universitarias y desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Vale citar en los últimos años la realización exitosa de PROHUM I y II, Programas de Articulación entre niveles, Diseño de lineamientos y propuestas de evaluación en el marco de procesos de evaluación interna y externa de sus carreras, participación junto a CODESOC (Consejo de Decanas y Decanos de Ciencias Sociales) del Programa PISAC, respuesta a convocatorias del Ministerio de Ciencia y Tecnología para realizar relevamiento de datos sobre el ASPO, entre otras actividades de coordinación interinstitucional.

A partir de este sintético marco es que expresamos nuestro desacuerdo con el destino de sumas millonarias para llevar adelante una propuesta que forma parte de nuestro quehacer, que en muchos casos sostenemos desde hace años, y para la cual no hemos sido invitados siquiera a opinar. El acuerdo que el Ministerio de Educación informa nos afecta directamente ya que es histórico nuestro reclamo de recursos para afrontar las demandas de los estados provinciales para realizar este tipo de trayectos de formación (ciclos de licenciatura). Siempre hemos contado con recursos humanos para pensar y llevar adelante propuestas regulares o iniciativas innovadoras. Casi siempre nos hemos encontrado con escasez de recursos económicos para sostenerlos.

Muchas facultades de esta Asociación ejecutan desde hace alrededor de 20 años ciclos de complementación y programas de Formación Docente Permanente. Su diseño y desarrollo ha encontrado siempre como único obstáculo la obtención del financiamiento.  Así, organizaciones no gubernamentales, municipios o ministerios provinciales han ayudado a materializar ofertas esporádicas por lo que nos resulta frustrante que ante la existencia de fondos para financiar tales ciclos no se nos convoque, siquiera sea para escuchar sobre la experiencia acumulada en estos años.

Otro elemento lesivo para el Sistema de Educación Superior (tanto universitario como de institutos superiores) es la falta de consideración hacia los esfuerzos que se realizan en el interior del país, con condiciones que siempre corren en desventaja con las existentes en grandes conglomerados, y con más razón con los de la ciudad de Buenos Aires. Promoviendo y financiando este tipo de programas se ignora el esfuerzo realizado en la formación de profesionales (incluso los que han alcanzado grados de doctorado o maestría) que ven frustradas las posibilidades de continuar su carrera profesional en sus universidades de origen ya que, en este caso con la iniciativa del Ministerio de Educación Nacional, se promueve y financia el trabajo de otros especialistas que aún con legítimo derecho, no planean instalarse en las regiones en las que desarrollarán su trabajo. No hablamos de obtener privilegios, sino que los recursos sean pensados también con criterios de desarrollo humano e institucional para todas las facultades del interior con criterios equitativos. Estamos en condiciones no solo de llevar adelante las carreras necesarias sino también de constituir equipos de investigación que realicen su tarea de modo situado, pues, aunque parezca absurdo aclararlo, pertenecemos a esas realidades, a esos territorios.

Nuestra  Asociación puede, en términos de sus componentes individuales, o en forma colaborativa, desarrollar las ofertas que el Ministerio Nacional o los Ministerios Provinciales demanden. Tenemos la experticia de años de presencia en los territorios y por ello solicitamos a la Secretaría de Políticas Universitarias y al Consejo Interuniversitario Nacional que trasladen esta inquietud al Ministerio. Reiteramos, no es un problema de falta de proyectos, es un problema de falta de recursos.

La crisis, que tiene escala planetaria, nos ha deparado un año duro en nuestro país. Hemos sufrido terribles pérdidas,  verdaderamente dolorosas, irreparables,  cuya sanación demandará mucho tiempo. Pero también nos hemos descubierto fortalezas, hicimos frente al desafío y creemos haber estado a la altura del reto que nos planteó la pandemia. Seguimos enseñando, aprendiendo, investigando, interactuando con nuestras comunidades. No hemos estado distraídas/os de la realidad, estuvimos dando las respuestas que el país nos solicitaba: sostener la continuidad pedagógica, sostener el andamiaje de gestión y de gobierno de facultades y universidades. Nuestra ausencia en esta convocatoria no ha sido por falta de interés, distracción o desaprensión, simplemente no hemos sido invitadas/os.

Tenemos planes en marcha, ideas y proyectos. Nuestro desafío está en el modo de obtener los recursos. Creemos que pensar el Sistema de Educación Superior desde una perspectiva federal,  con una matriz democrática, implica nuestra participación a la hora de definir estas políticas y el modo de asignación de los recursos del estado. Nos mantendremos atentos para dar pronta respuesta si esa alternativa es aún viable para las autoridades del Ministerio de Educación de la Nación.