Hasta el 5 de abril en el octógono de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL, se podrá recorrer la muestra "Naturaleza", de María Eugenia Cerutti. La muestra pertenece al Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, y será expuesta, junto a otras dos muestras, en la ciudad de Santa Fe en el marco de las actividades organizados en conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
En “Naturaleza”, María Eugenia Cerutti parte de una historia familiar atravesada por el terrorismo de Estado, su abuelo y su tío detenidos-desaparecidos en Mendoza, obligados por Massera y bajo tortura a "vender "sus tierras en Luján de Cuyo.
Las fotografías dicen del abandono de lo que antes era un próspero establecimiento y en esa torsión de las imágenes la autora sigue, más de 30 años después, reclamando una respuesta, una búsqueda que sigue siendo imperativa aunque sepamos que nos enfrenta con aquello que es siempre difícil aceptar. ¿Puede acaso la naturaleza hablarnos de aquello que sólo el hombre podría explicar?   
La Historia
Cuenta la autora: “Durante la madrugada del 12 de enero de 1977 un grupo de tareas se lleva de nuestra “Casa Grande” a mi abuelo, Victorio Cerutti. Esa misma noche, a pocas cuadras, también secuestran a mi tío Omar. Meses más tarde, en la ESMA, mi abuelo firma bajo tortura la cesión de sus tierras en Mendoza. En esas tierras vivía junto con su familia. Allí su padre sembró y cultivó viñedos, olivares y frutales desde que llegó de su Italia natal. Chacras de Coria, Mendoza. A principio de los 80, en las tierras que pertenecieron a mi abuelo Victorio, se construye un barrio nuevo bautizado como “Wil-Ri”, usando las iniciales de los nombres falsos Federico Williams y Hector Ríos que corresponden a dos torturadores de la ESMA, Francis William Whamond y Jorge Radice. El barrio “Wil-Ri” tenía el mismo domicilio legal que el Partido para la Democracia Social, liderado por el entonces almirante Massera. A las calles las nombran Honor, Amistad, Caridad, Justicia, Equidad. Se convierte en un barrio de chalets con jardines y piletas. Los chicos pasean en bicicletas y las dejan en cualquier parte sin temor a que nadie las robe. Chacras de Coria, Mendoza. En 2007, al cumplirse 30 años del secuestro y desaparición, regreso con mi hija y mi hermana mayor a visitar el barrio y lo que queda de la “Casa Grande”. Chacras de Coria, Mendoza. En el otoño de 2011, vuelvo. Sola. Una vez más intento construir mi relato, mi historia. Encuentro huellas, rastros de aquella vida, evocaciones de aquellas muertes. Y la naturaleza sigue ahí. Testigo de todo lo bueno y lo malo que ocurrió en esa casa, en esas calles. El agua, ansiada y sanadora, corre finalmente. La memoria es un relato hecho con los fragmentos que somos capaces de encontrar.

En conmemoración a un nuevo aniversario del 24 de marzo, la UNL promueve el diálogo y la participación en la reflexión sobre los derechos humanos. Suscribiendo a la consigna “Nunca más” se desarrollarán diferentes actividades.