El viernes 9 de marzo a la hora 11 en el Aula 8 de la Facultad de Humanidades y Ciencias, tendrá lugar el primer encuentro del Taller de Formación teórico-metodológica continua, perteneciente al PACT CAI+D 2016 “Programa de estudios socio-históricos y políticos sobre relaciones de poder, cooperación y conflicto”.

En esta ocasión se contará con la presencia del Dr. Roberto Pittaluga (UBA, UNLPam, UNLP), quien expondrá sobre la relación entre imagen e historia.

El programa de investigación referido está radicado en el Centro de Estudios Interdisciplinarios del Litoral (CESIL), y prevé la realización de un taller permanente de formación teórico-metodológica destinado a los integrantes de todos los proyectos que lo integran y de acceso libre, en el cual especialistas invitados y miembros de los distintos PI presenten a debate problemas relativos a categorías analíticas, enfoques teóricos y estrategias metodológicas.

Imagen e historia

En las últimas décadas, como una suerte de respuesta a desafíos de orden diverso, la producción historiográfica ha sido acompañada de un renovado énfasis reflexivo sobre las posibilidades y los límites del conocimiento histórico, dando lugar a numerosas intervenciones sobre distintos aspectos de la labor historiadora, y a una apertura —todavía exigua— hacia los aportes de otras disciplinas.

En el marco de esos debates y elaboraciones, ciertos aspectos de la práctica historiográfica han sido objeto de nueva atención. Entre ellos, la tópica de las imágenes —y en particular las fotografías— se han convertido en una material documental de relevancia cada vez mayor en la investigación histórica. Esta situación exige desarrollar las herramientas heurísticas apropiadas para el análisis de las imágenes (grabado, pintura, fotografía, cine, etc.).

Se propone, en este encuentro, reflexionar a partir de algunas aproximaciones —diferentes entre sí— al análisis de las imágenes y de su relación con la historia y la memoria.

Para pensar la relación entre imagen e historia se partirá de considerar a la primera no como una cosa sino como un acto (Sartre, 1936) lo que implica establecer las condiciones y los agentes de su producción como también de circulación, esto es, mirar las imágenes según su fenomenología. A diferencia de tratamientos ilustrativos de las imágenes, el desafío es pensar a partir de aquellas elaboraciones que conciben la relación entre imagen y lenguaje como un vínculo solidario por medio del cual intercambian sus carencias recíprocas; relación complementaria que puede ser examinada, también, como un lazo por el que imagen y lenguaje fuerzan lecturas impensadas de su contraparte, exponiendo aquello que no podrían hacer por separado.