Quedó inaugurada la exposición “Sonetos de ratos perdidos” en el Museo Histórico UNL, 9 de julio 2154. Se trata de un recorrido por nueve sonetos escritos por el estudiante Pablo Vrillaud quien fue uno de los dirigentes reformistas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Los sonetos fueron preservados por Alejandro Grüning Rosas, uno de sus compañeros de militancia e ideales, con quien participó activamente en el Primer Congreso de Estudiantes Universitarios realizado en Córdoba en 1918 donde se cristalizó la Reforma Universitaria. La muestra se puede disfrutar hasta el 15 de junio con entrada es libre y gratuita.

Los escritos que se exponen forman parte de colecciones patrimoniales del museo que fueron donadas por descendientes, allegados de integrantes de la comunidad universitaria de la UNL. El caso particular de los sonetos constituyó un aporte de la Junta de Historia de Rosario que integra la colección Alejandro Grüning Rosas.

Patrimonio tangible e intangible

A solo un año del Centenario de la Reforma Universitaria de 1918, la distancia temporal sirve como referencia y puede dar cuenta del estado de situación actual en función del hecho conmemorado.
Fue en Córdoba donde el movimiento estudiantil de la federación estudiantil de esa provincia en conjunto con la de Buenos Aires, La Plata, Santa Fe y Tucumán lograron subvertir el orden establecido. El gobierno nacional del Presidente Yrigoyen apoyó el movimiento y dictó los nuevos estatutos para dichas universidades en total acuerdo con las bases de organización aprobadas en el Congreso.

Desde el Museo consideran que conocer la historia de la Reforma contribuye a pensar el presente y el futuro de la universidad y a reflexionar sobre la lucha por la ampliación de los derechos civiles y políticos de distintos sectores sociales excluidos. “Nos interesa ocuparnos de los textos que produjeron los propios reformistas. Ellos difunden la causa, a la vez que reflexionan y cuestionan el devenir de la misma y nos muestran con humor e ironía los momentos vividos en el Congreso”, cuenta Stella Scarciófolo, Directora del Museo.

Un reformista escritor

Con el seudónimo de “Paul Marcel” se oculta un espiritual delegado santafesino que en las sobremesas de los días de Córdoba escribió estos sonetos realizados a ratos perdidos y al solo objeto de ser leídos en los momentos de expansión.  La directora del  Museo comenta que Pablo Vrillaud era particularmente irónico no tanto en su oratoria sino en sus escritos. Leer y releer sus sonetos es “la propuesta de la museología que se propone sacar a la luz la vida interna del congreso. Desde allí se desprenden las características de los delegados de las universidades, quiénes actuaban en bloques y cómo eran sus personalidades.  Estos son aspectos del contexto y el espíritu de época que se va esclareciendo con la lectura de los documentos”.

El equipo de trabajo del Museo tuvo en 2008 un primer contacto con cajas con documentos de 1912 dentro de las cuales se encontraban los sonetos y el acta fundacional de la UNL. No obstante, quienes procesaron la información concluyen en la idea de que no constituye un patrimonio que se pueda usar de cualquier manera. “Permanentemente construimos exposiciones y creamos desde lo artístico propuestas para hacerlas itinerantes y que no estén solo en nuestro museo. Apostamos a que salgan de aquí”, explica Scarciófolo.

Resignificar el patrimonio

La propuesta de este Museo se enmarca en proyectos presentados para impulsar un procesamiento del acervo patrimonial de la institución. Por un lado, se propone seguir la línea de la conservación y preservación de fuentes, y por el otro se intenta apostar a la realización de muestras itinerantes que posibilite la circulación de conocimiento.

El museo proyectó para este año y el próximo una propuesta para armar desde las distintas universidades un archivo común de fuentes sobre la Reforma Universitaria. “Tuvimos la suerte de contar con las donaciones de descendientes que atesoraron estas fuentes documentales que empiezan a resignificar el patrimonio”, explican los organizadores de la exposición. “Hasta el momento decíamos que la Reforma constituía un patrimonio intangible cuando en realidad se torna bien tangible gracias a estas fotos, cartas, credenciales, entre otros documentos”, agregan.

Nuevas formas de museología

“Sonetos de ratos perdidos” es una muestra que pretende involucrar a gente joven, tanto desde su trasfondo como desde su realización material, y que incorpora al arte como un modo de trabajar temas políticos. “Hay que desmitificar algunos preconceptos de la reforma universitaria y para ello tratamos de estimular con conocimiento paralelo y lograr que desde la lectura de los sonetos se empiece a hablar de la Reforma”, agrega.

El enfoque innovador del Museo Histórico está caracterizado por la incorporación progresiva de nuevas tecnologías con el propósito de mejorar la llegada a un público, comunicar mejor e incentivar nuevas dinámicas de contar la historia en paralelo con capacitaciones que aporten al respecto.  La creación de un catálogo de archivos y documentos que se plasmarán en un museo virtual es prueba de ello.  Asimismo, el museo cuenta con dispositivos que responden al programa UNL  Accesible que habilita las muestras para personas con discapacidad. “Hay una generación que nace con otra estructura de pensamiento y eso nos hace replantear las formas de sociabilizar. Estamos abiertos a todo lo que se puede conseguir con lo interactivo de la mano de gente joven. Eso hace que apostemos a no ser un museo convencional”, concluye.