Días atrás se conoció la noticia del fallecimiento del reconocido filósofo argentino Dr. Osvaldo Guariglia.

Ante su desaparición física, desde la Facultad de Humanidades y Ciencias acompañamos la tristeza de la comunidad académica de la carrera de Filosofía

El Dr. Fabián Mié nos ha expresado "Creo que ante tamaña figura intelectual, y en este momento, las palabras de reconocimiento y agradecimiento son apropiadas. Por eso, me parece preciso que la FHUC haga un reconocimiento explícito a Guariglia".

Desde la dirección de la carrera de Filosofía, la Lic. María Sol Yuan también nos comunicaba "que ha fallecido el reconocido filósofo argentino Dr. Osvaldo Guariglia a quien debemos valiosos aportes al campo de la ética y la democracia en Argentina y a nivel internacional", expresando "Los que integramos la Carrera de Filosofía de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral, acompañamos con pesar la noticia de su fallecimiento y lamentamos la ausencia del estimado profesor".

Agradecemos especialmente a la Dra. Graciela Vidiella, una de sus principales y más cercanas discípulas, quien a modo de reconocimiento elaboró una semblanza del Dr. Guariglia.

Semblanza de Osvaldo Guariglia. Por la Dra. Graciela Vidiella

“Osvaldo Guariglia fue  una de las personalidades más destacadas de la filosofía argentina e hispanoamericana. Desde el retorno de la democracia se desempeño como profesor titular de Ética en las Facultades de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de la Plata y de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. En la primera de ellas-donde fue reconocido como Profesor Honorario- ocupó los cargos de Director del Departamento de Filosofía y Vicedecano. En forma paralela a su actividad docente ejerció como investigador del Conicet, donde alcanzó la jerarquía de Investigador superior.

Fue director del Instituto de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras, presidente de la Asociación de Filosofía de la República Argentina y uno de los miembros fundadores del Centro de Investigaciones Filosóficas, institución de la que fue presidente y donde se desempeñó, durante más de tres décadas, como coeditor de la prestigiosa Revista Latinoamericana de Filosofía.

En 1986 obtuvo el Premio Nacional de Filosofía y en 2006  recibió el Premio Konex de Platino por su trayectoria. 

El núcleo de su preocupación filosófica estuvo centrado en la elaboración de una  ética universalista a partir de la cual justificar el núcleo normativo de un sistema democrático igualitario y  republicano. Poseedor de una vasta cultura y de una formación eminente en la historia de la filosofía, mantuvo con los clásicos, sobre todo con Aristóteles y Kant, un fructífero diálogo que le permitió enriquecer sus propios aportes a la discusión ético- política contemporánea.

En sus estudios más recientes abordó la compleja problemática de la justicia internacional en un mundo en constante transformación, abogando por reglas de comercio justas que promovieran el desarrollo del sur y generaran un clima propicio para el pleno respeto por los derechos humanos y la profundización de la democracia a escala planetaria.

Su legado comprende una extensa obra, en la que destacan sus libros Ideología verdad y legitimación (1986),  Moralidad: ética universalista y sujeto moral (1996), La ética en Aristóteles o la moral de la virtud (1997), Una ética para el siglo XXI (2002) y En camino de una justicia global (2010). Al momento de su muerte trabajaba en un libro sobre la tradición de la democracia republicana, de pronta aparición con el sello editorial  Siglo XXI.

Guariglia contribuyó activamente a la integración de la comunidad filosófica hispanoamericana. Integró el Comité de Dirección de la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía, ambicioso proyecto pergeñado por el Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Autónoma de México y del Centro de Investigaciones Filosóficas de Buenos Aires y realizado por filósofos que tienen al español como instrumento lingüístico.

Guariglia fue, también, un maestro dedicado. A lo largo de su larga trayectoria de profesor universitario impartió sus enseñanzas a varias generaciones de alumnos y formó un gran número de discípulos, muchos de los cuales ocupan en la actualidad destacados espacios académicos en universidades argentinas y del exterior. Su seminario sobre Filosofía Práctica, dictado en el Centro de Investigaciones Filosóficas fue un foro para debatir ideas, pensar la realidad y estudiar a los grandes exponentes de la filosofía moral.

Intelectual comprometido, en todos estos años de vida democracia, Guariglia participó de los debates públicos sobre los problemas más acuciantes de la vida política argentina. Asimismo desempeño un papel fundamental en la reconstrucción de las instituciones académicas, impulsando su modernización y bregando por la consolidación de una comunidad científica rigurosa, capaz de satisfacer los más exigentes estándares de producción. Su desaparición física es un motivo de profundo pesar para la filosofía argentina. Como todos los grandes maestros, vivirá por siempre en su obra, su legado institucional y sus discípulos”.