Con la asunción de 11 nuevos integrantes, se renovó este jueves la composición del Consejo Social de la Universidad Nacional del Litoral. De acuerdo con el nuevo Estatuto de la casa de altos estudios se incorporaron a dicho organismo personalidades de pública y reconocida trayectoria, respetando una proporción que garantiza la participación de referentes de la sociedad civil, las organizaciones civiles vinculadas a la producción y el trabajo, la cultura, el deporte, los municipios en los que la UNL tiene facultades o Centros Universitarios, y la provincia. “Con esta nueva composición estamos cumpliendo con lo que la Asamblea Universitaria indicó al reformar el Estatuto, en lo que implicó incorporar orgánicamente al Consejo Social que había sido creado por resolución del Rector. Así, sumamos a este órgano consultivo, personalidades de la región que no tienen vínculo directo con la Universidad y cuya designación fue aprobada por nuestro Consejo Superior”, remarcó el rector Albor Cantard en el inicio del acto. De la ceremonia participaron también el vicerrector Miguel Irigoyen; los secretarios General, Pedro Sánchez Izquierdo; y de Planeamiento, Adolfo Stubrin, entre otras autoridades universitarias, y de institutos doble dependencia UNL-CONICET.

Integrantes
En ese marco, el Consejo Social quedó conformado por la Dra. Claudia Balagué por el Gobierno de la Provincia, la Abog. María Martín por la Municipalidad de Santa Fe, la intendente de Esperanza Ana Meiners, la profesora Silvia Dalloto (deporte), el profesor Roberto Schneider y el Dr. Jorge Taverna Irigoyen (cultura), los contadores María Laura Lamberto y Fernando Pallotti (sociedad civil), Enrique Cisneros (trabajo) y los ingenieros Alejandro Taborda y Sergio Nardelli (producción). Además se reconoció la labor de los consejeros salientes: Juan Carlos Adrover, Axel Hernán Arguinchona, Carlos Alberto Astorri, Miguel Ángel García Casella, Isidoro Golinsky, Norberto Raúl Michel, Hugo Luis Raimondi, Rodolfo Vigo, Gustavo Vittori y Marcelo Vorobiof. Especial mención se realizó al Dr. Alberto Cassano, quien formó parte del Consejo Social hasta su fallecimiento en julio de este año.
“Una de las cuestiones que tuvimos en cuenta deliberadamente en esta nueva composición del Consejo Social es que tenga una integración similar en cuanto a la cantidad de hombres y mujeres, algo que no ocurría en el Consejo anterior y que con buen tino se ha procurado corregir”, destacó Cantard.

Agenda social
Vale recordar que entre otras funciones el Consejo Social asesora a las autoridades universitarias “en la formulación y/o modificación de programas institucionales para la adecuada atención de las necesidades y aspiraciones sociales en materia educativa, científica, tecnológica, de desarrollo social y cultural”. Desde 1998, este organismo presta asesoramiento al interior de la Universidad, estrechando su vínculo con la región: “Año a año se debatieron en este espacio temas de suma importancia, y polémicos como fue la explotación minera a cielo abierto”, destacó el rector, a la vez que remarcó el impulso que el Consejo brindó al proyecto de la nueva escuela secundaria de la UNL, que comenzó a funcionar este año; y los aportes que realiza a la definición de temáticas que son eje de los Cursos de Acción para la Investigación y el Desarrollo Orientados a problemas sociales y productivos (CAI+D Orientados), entre otros aportes.

Merecido Homenaje
La ceremonia resultó propicia además para homenajear al Dr. Alberto Cassano -miembro destacado del Consejo Social hasta sus últimos días- con la presencia sus hijos Gustavo, Federico y Bárbara, y su hermano Pablo. El decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas, Raúl Pedraza; Gustavo Víttori; la directora del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química, Gabriela Henning, y el propio Cantard, fueron quienes tomaron la palabra para referirse a quien fue uno de los científicos más importantes de la Argentina. A través de sus testimonios, se recuperaron en esta oportunidad los innumerables aportes de Cassano en el campo científico; y su profunda huella en el ámbito universitario, a través del compromiso que tuvo con la formación de una masa crítica de investigadores, que posicionan a Santa Fe como un polo de investigación y desarrollo científico-tecnológico. 
Su principal especialidad consistió en el análisis y diseño de reactores químicos. Ingresó al CONICET en 1976, alcanzando la categoría de Investigador Superior a los 41 años y de Investigador Superior Emérito, en 2007. También fundó y dirigió el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC) y el CERIDE, actual Centro Científico Tecnológico Santa Fe del CONICET, y fue Presidente del Directorio del Parque Tecnológico del Litoral Centro (PTLC). Tuvo además un papel decisivo en la creación de la carrera Ingeniería Ambiental y la mención Ambiental del Doctorado en Ingeniería.
Además, en el INTEC, fue el Director General del Proyecto Planta Experimental de Agua Pesada por contrato con la Comisión Nacional de Energía Atómica, y promotor del Grupo de Física de los Materiales y del actual Instituto de Matemática Aplicada del Litoral (IMAL) y del Centro Internacional de Métodos Computacionales en Ingeniería (CIMEC). 
En 1999 recibió el Premio a la Excelencia Académica, y en 2006 el título honorífico de Profesor Consulto de la UNL. Sus últimos años de vida lo encontraron trabajando activamente en el estudio de nuevos procesos de tratamiento de aguas y aire contaminados, con nuevos proyectos académicos; y en el análisis de política educativa, científica y tecnológica, temas que ocuparon buena parte de sus artículos publicados en el diario El Litoral, en la columna “Con la lengua afeitada”.