Las Plantas Palustres

Se denominan plantas palustres a aquellas que son capaces de vivir (y por ende, de completar su ciclo biológico) en terrenos que están temporalmente inundados. A las plantas palustres también se las denominan “plantas anfibias” ya que una parte del año viven bajo el agua (y se comportan como acuáticas) y la otra parte del año viven sobre la tierra (y se comportan como terrestres). Es decir, son vegetales propias de las márgenes de los cuerpos de agua, donde hay una transición gradual desde los suelos sumergidos, hasta los anegados y finalmente secos.

Los ambientes palustres suelen recibir distintos nombres comunes o vulgares como “esteros”, “cañadas”, “bajos” y “pajonales”. Muchas veces es la profundidad del agua la que determina la predominancia de una o pocas especies, que suelen formar extensas comunidades como pajonales, pirizales, juncales, totorales y peguajosales.

La mayoría de las especies palustres son herbáceas y menos frecuentemente arbustivas o arbóreas. Las plantas palustres arraigan en el fondo sumergido, atraviesan con su tallo la masa acuática, y desarrollan sus láminas foliares, flores y frutos en el medio aéreo. Las especies palustres presentan adaptaciones tanto para resistir las inundaciones como para soportar los períodos de sequías. Estas adaptaciones consisten en:

  • Tallos huecos que actúan como cámaras de aire que además de otorgarle menos peso facilitan la oxigenación del vástago y de las raíces.
  • Un sistema radicular generalmente extenso, con abundantes rizomas o raíces adventicias que facilitan el arraigo al suelo evitando que las plantas sean arrastradas por el agua en los períodos de inundación.
  • Algunas especies tienen unas raíces especiales (llamadas neumatóforos) que son raíces adventicias blanquecinas de consistencia esponjosa, adaptadas para darle oxígeno a los tejidos.
  • Muchas especies palustres tienen un período reproductivo prolongado (de 7-9 meses) que suele abarcar, desde primavera hasta otoño, (septiembre-noviembre hasta mayo). De esta manera se asegura un tiempo largo para florecer y fructificar.
  • Un sistema de polinización diverso que puede ser efectuado por diversos agentes ya que las condiciones del ambiente son sumamente cambiantes. Los agentes polinizadores pueden ser insectos (polillas, moscas, mariposas, abejas), pájaros, como también el viento.
  • Frutos variados pero siempre de maduración aérea. En algunos casos, el agua es un factor importante en la diseminación o en la dispersión de los frutos; en otros las plantas adaptaron sus frutos para ser dispersados por el viento o por las aves.

Bibliografía consultada:

(1) Arbo M.M., López M.G., Schinini A. y Pieszko G. (2002). Capítulo I: Las plantas hidrófilas; En: Arbo M.M. y Tressens S.G. (ed.) (2002). Flora del Iberá. EUDENE, Corrientes, Argentina.

(2) Merels F.M., De Egea Elsam J., Céspedes G., Peña-Chocarro M.C. y Degen De Arrúa R. (editoras) (2015). Plantas Acuáticas y Palustres del Paraguay. Rojasiana Serie Especial 2(1): 1-236.