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  • Hacia 1850 el litoral argentino (provincias de Santa Fe y Entre Ríos) se halla prácticamente vacío de hombres y animales si bien desde la época de la Revolución de Mayo (1810) ocupa una posición estratégica en el sistema de enlaces internos del país. Por aquellos años la provincia de Santa Fe sólo contaba con 25.000 habitantes (16.000 concentrados en la Capital y en Rosario) frente a los 180.000 que habitaban en Buenos Aires. Por tanto se hacía necesario poblarla.

    Del concierto de provincias dispuestas a implementar las políticas alberdianas y sarmientinas de «poblar el desierto» y por ende abrir las puertas a la inmigración, sólo Santa Fe demostró interés en fomentar una nueva fórmula de colonización agrícola extendiéndola también hacia las zonas fronterizas con la Pampa cordobesa. Mientras Buenos Aires se separa, Santa Fe empieza a fomentar sus vínculos con el extranjero al vislumbrar el gobierno provincial santafesino la ventaja de hacer de las colonias bastiones fronterizos para contener al indio y valorizar las baldías y extensas tierras fiscales.

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    Por ello, un flujo inmigratorio masivo y creciente empieza a llegar a las pampas santafesinas y zonas limítrofes luego de la Batalla de Caseros (1852) que pone fin a la tiranía rosista Las acciones de promoción de las bondades de la nueva tierra llevadas a cabo por empresarios arrendatarios en Europa, lo que provocará cambios sustanciales en el esquema social autóctono (indio-hispánico) de la llanura santafesina, dando origen a lo que se reconoce como «Pampa Gringa».

    Luego de un primer contingente de suizos alemanes con quienes Aarón Castellanos (primer empresario de la colonización) funda Esperanza en 1856, a 30 km. de Santa Fe, la construcción del ferrocarril y el fenómeno de la inmigración espontánea, favorece la llegada de grupos provenientes de la península itálica dándose un fuerte desarrollo colonizador.

    Hacia 1869 ya se cuentan 6 colonias, 8 en 1870 y 39 en 1876 con 23.595 personas. Y para 1887, el Primer Censo Nacional muestra que en el corazón de la región agrícola-‘cerealera’ había más italianos que nativos. El Segundo Censo de 1896, informa que el 96,6% de los inmigrantes en Santa Fe eran extranjeros y que de un total de 166.487 extranjeros, 109.634 (92%) eran italianos.

    Comienza así a tomar forma una Pampa Gringa, doblemente extranjera en cultura y lengua que dará origen a una civilización que cubrirá de historias y leyenda la pampa gaucha.


    - La italianidad como práctica social de la conmemoración
    - El catolicismo en la Pampa Gringa Santafesina




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