La escena y sus
protagonistas. En el centro y punto de referencia ineludible
de la vida familiar:
el padre, rodeado de hijos
y nietos. Atrás sobre la pared de la casa, los ancestros
enmarcados. La prosperidad se ostenta en el límite justo
de las ropas recién compradas y los juguetes de los
niños más pequeños.