Lermo Rafael Balbi    Aráuz 1931- Rafaela 1988

 

“Todos mis antepasados, sin excepción, fueron campesinos. La tierra, los ciclos del tiempo, la labor agrícola, necesariamente fueron los temas fundamentales donde transcurrió mi niñez” Lermo R. Balbi

 

 

Cuadro de texto: Obras del Autor

Poesía
El hombre transparente
La tierra viva
Arauz muerto y celeste
Orfeo se reembarca

Novela
Los nombres de la Tierra
Los días siguientes
3 Cuentos
Continuidad de la gracia

Teatro
Adiós, adiós Ludovica

Galardones
Premio provincial de la Subsecretaría de Cultura de Santa Fe (1977)
Premio de la Municipalidad de Rafaela en novela (1985)

Poeta, escritor y dramaturgo nació en Rafaela, el 16 de diciembre de 1931, en el seno de una familia originaria de la localidad santafesina de Arauz (Departamento Las Colonias). Cursó sus estudios en Rafaela  egresó como Bachiller del Colegio Nacional, como maestro de la Escuela Normal y como profesor de castellano, literatura y latín, del Instituto Superior del Profesorado Nº 2 de Rafaela. Comenzó la carrera docente en su departamento natal, en una escuela rural de la localidad de Soutomayor, continuó en Providencia -cerca de su Arauz tan querido- y luego en Pilar. En Rafaela ocupó la Vicedirección de la Escuela Villa Rosa. Se desempeñó posteriormente como director de Tecnología Educativa de su provincia. Colaboró en revistas y periódicos culturales. Conocedor de historias lugareñas, de la mitología, dueño de una gran erudición, fue maestro y tuvo también una pasión secundaria: el dibujo.

Luego de una larga enfermedad, a la que supo dar batalla con total entereza, falleció en la ciudad de Rafaela el 21 de mayo de 1988. La Municipalidad de Rafaela le rinde homenaje a su memoria recordándolo a través del nombre de la biblioteca Pública Municipal y de la Plazoleta del barrio 17 de octubre. Dijo de él Enry Milesi: "No creo que Balbi pueda dar la imagen de un escritor cerebral y frío. Si bien su amplia cultura y su dominio de la lengua le imponían un perfeccionismo que le obligaba a una estricta corrección de sus trabajos, [...] los sentimientos que empujan detrás de su estilo se encargan de destruir esta falsa apariencia. Tenía total conciencia de su oficio de escritor estableciendo la diferencia entre los sentimientos, respetables en todo hombre en su condición de tal, y de la exposición de esos sentimientos por quien se siente poeta y consecuentemente tiene la obligación de hacer de ellos, poesía...".